Esta es la
crónica del viaje ornitológico a Polonia que tuvo lugar en Semana Santa del
2014 (12 al 20 de abril), y más concretamente a los bosques de hayas y píceas
en el entorno de Cracovia, los Cárpatos Orientales y los humedales de Zator,
cercanos ya a la ciudad de Auschwitz. En total registramos 127 especies,
algunas de gran interés para los aficionados a las aves de países meridionales como
el nuestro. Cárabo uralense, mochuelo chico, picos tridáctilo y sirio, gallo
lira, águila pomerana o cascanueces, fueron seguramente las más llamativas para
el grupo. Otras, por escasas o de difícil observación en nuestro país como el
picamaderos negro o el pico mediano, también son dignas de mencionar.
En lo
climatológico no tuvimos mucha suerte y salvo la primera parte del día que
visitamos el Parque Nacional de Babia Gora, la semana fue bastante lluviosa y
fría, y en alguna ocasión incluso sufrimos nevadas en Lapszanka y las colinas
de Spisz. La inmensidad de los bosques polacos, los montes Tatra completamente nevados
en la lejanía, zonas rurales en perfecta armonía con su entorno y una densidad
de población baja, pero modernizada, permanecerán, como resumen, en la memoria de todos
nosotros para siempre.
Día 1, 12 de abril
Tras encontrarnos
en el aeropuerto de Madrid, el grupo principal tomó su vuelo hacia Cracovia,
haciendo escala en Munich, donde recogimos a los otros tres integrantes de
nuestra expedición procedentes de Barcelona. Sin retrasos, aunque con el
inconveniente de que la maleta de uno de los pasajeros no llegó en nuestro
vuelo, llegamos a Cracovia. En la terminal nos esperaba nuestro guía local
Félix Felger, y Peter, nuestro conductor. Sin perder tiempo pusimos rumbo al hotel
Azalia, en Niepolomicka, donde llegamos en apenas 45 minutos de viaje.
Día 2, 13 de abril
Después de un
completo desayuno a base de fiambres, paté local, pan, zumo, yogures y café
salimos desde nuestro hotel a pie para recorrer el sector central del bosque de
Niepolomicka. Antes de salir del hotel ya habíamos observado curruca
zarcerilla, pico picapinos, verderón común y colirrojo tizón. En nuestro paseo
de unas tres horas los pícidos fueron nuestro principal objetivo, pudiendo
observar pico mediano y pico menor, mientras que el picamaderos negro fue sólo
oído en la lejanía. Particularmente frustrante fue no poder observar papamoscas
collarino después de oírle en varias ocasiones (únicamente observado por dos personas). Tras comer en un restaurante de
la ciudad vieja de Cracovia, y cambiar algunos Zlotys (la moneda polaca), nos
dirigimos a uno de los parques urbanos en su extrarradio donde vimos pico
sirio, corneja cenicienta y zorzal real entre otras especies más comunes. Aquí
también oímos al único mosquitero silbador del viaje. Otras especies observadas
ese día fueron carbonero palustre, gorrión molinero, escribano cerillo y picogordo.
Para finalizar el día, la maleta extraviada estaba esperándonos en recepción.
Pico menor / Lesser Spotted Woodpecker
Pico mediano / Middle Spotted Woodpecker
Día 3, 14 de abril
Nuestro
tercer día fue en parte de viaje, para trasladarnos a los mismos montes
Pieniny. En la primera parada ornitológica del día añadimos a nuestra lista
serreta grande, charrán común y cigüeña negra, todos en o las cercanías del
embalse de Roznow. Tras un breve refrigerio pusimos rumbo a nuestra siguiente
parada, el bosque de Cieikowice, donde buscamos infructuosamente al pico
dorsiblanco, a la postre el único carpintero que nos faltó para completar la
lista de especies europeas de este grupo de aves. Sin embardo la búsqueda nos
premió con la localización de un nido de picamaderos negro. Seguramente uno de
los momentos más emocionantes del viaje para muchos de nosotros. Curiosamente
el nido, situado en un viejo abedul, contaba con dos entradas (o salidas), lo
que en principio nos llevó a pensar que al menos había dos machos usándolo…
algo poco habitual desde luego. Finalmente pudimos resolver el enigma a los
pocos minutos.
Picamaderos negro / Black Woodpecker
Llegamos
a la pensión Novak a primera hora de la tarde, lo que nos permitió dejar
nuestro equipaje y disponernos para salir en busca de una de las joyas de estos
bosques, el pico tridáctilo. Cuando llegamos al punto de mayor densidad de la
especie en el paraje conocido como Spisz, notamos que hacía demasiado viento, y
la temperatura comenzaba a caer en picado poco a poco. A pesar de intentarlo
intensamente en varios puntos no conseguimos localizar ningún ejemplar. Al
fondo, la impresionante estampa de los Tatra completamente nevados, preludio de
lo que sufriríamos al día siguiente.
Vista de los montes Tatra desde Spisz / Scenic view of the Tatra mountains from Spisz
Lo
que sí vimos en nuestro regreso fue a un hermoso ejemplar de castor en un
pequeño río en el valle. Félix nos explicó cómo la población de castores se
estaba extendiendo por Polonia, y los numerosos daños que causaban en la
vegetación adyacente a sus madrigueras. Se trataba en cualquier caso de una
especie protegida y sus poblaciones parecía respetarse en parte al trabajo realizado
por los técnicos de fauna silvestre polaca, que colocaban una especie de
sifones en el fondo de los estanques artificiales creados por estos ingeniosos
animales, para controlar el nivel de agua y evitar daños por inundación en
caminos y carreteras cercanas.
Vista de los montes Tatra desde Spisz / Scenic view of the Tatra mountains from Spisz
Tratando de observar pico tridáctilo antes de comenzar a nevar / Trying to find Three-toed Woopecker just before the snow came
Ya
caída la noche pusimos rumbo a la pensión, un alojamiento espacioso, nuevo y
cálido, que nos serviría de base para las tres noches siguientes. Las cenas en
el Novak fueron de lo más destacado en comidas de todo el viaje. Ese día también
observamos otras especies más comunes como carbonero palustre, reyezuelo
listado, zorzal charlo, gavilán común, lúgano, camachuelo y picogordo.
Día 4, 15 de abril
Para el comienzo
de nuestro cuarto día en Polonia teníamos planeado regresar a Spisz y tratar de
localizar no sólo al pico tridáctilo, sino también al escaso mochuelo chico. La
climatología sin embargo no parecía acompañar en principio, puesto que llovía
intensamente en Lapszne Nizne. Todos
pensamos que arriba la cosa no iba a estar mejor. En nuestro intento de subir a
Spisz, un paraje alpino presidido por píceas viejas, muchas de ellas horadadas
por diferentes especies de carpinteros, conseguimos ver por el camino una
preciosa águila pomerana en medio de una fina nevada. La imagen era preciosa
pero el temor sobre los que nos esperaba más arriba crecía.
Finalmente
llegamos a nuestro destino en medio de una gran nevada, la carretera comenzaba
a cubrirse de hielo, por lo que optamos en desistir e intentarlo a última hora
de la tarde con la esperanza de que la climatología cambiase lo suficiente. Sin
duda fue lo más sensato.
El plan
alternativo pasaba por visitar los bosques de Lapszanka, unos 600 metros más
abajo, donde esperábamos encontrarnos con mejores condiciones. En realidad
seguía lloviendo, pero al menos podría darnos la opción de dar un paseo por una
de las masas forestales más bellas de cuantas conocimos en nuestro viaje. Este
parecía un buen lugar para ver grévoles pero bajo el manto de lluvia todo
parecía más difícil. Lo intentamos pero no hubo suerte. Al menos pudimos
disfrutar con una familia de carboneros sibilinos y un par de buenas
observaciones de águila pomerana… en una ocasión un picamaderos negro nos
sobrevoló mientras emitía una de sus particulares voces de contacto. Decidimos
probar suerte en el cercano bosque de Falsztyn, aquí al menos la lluvia nos dio
una tregua, lo que nos permitió observar nuestro primer cascanueces, y también
agateador norteño y reyezuelo sencillo.
Águila pomerana / Lesser Spotted Eagle
Carbonero sibilino / Willow Tit
Observando carboneros sibilinos / Watching Willow Tits
Dentaria glandulosa endemismo de los Cárpatos / Cardamine glandulosa, an endemic from The Carpathians
Más tarde nos
movimos hacia el embalse de Sromowlice, donde comimos en un restaurante de
comida húngara cercano. Después nos acercamos a pie a su presa desde donde
vimos porrón osculado, gaviota cáspica y cerceta carretona.
Por la tarde nos
trasladamos al monte Tres Coronas y el valle Azul, donde vimos bisbita arbóreo
y camachuelo, y donde también observamos a una hembra de escribano cerillo con
una curiosa malformación en el pico, pero ni rastro de grévol. Apenas una
semana antes Félix había conseguido ver la disputa de dos machos en este
territorio. Arriba en las peñas, mientras buscábamos la silueta del búho real,
descubrimos una gran caja nido de madera, hogar de una pareja de peregrinos en
un pasado reciente. La tarde avanzaba por lo que decidimos volver a Lapszne
Nizne para deleitarnos con una de sus reconfortantes cenas.
Escribano cerillo / Yellowhammer
Escribano cerillo / Yellowhammer
En el monte Tres Coronas / In the Three Crownes mountains
Ese día vimos
además nuestro primer cuervo del viaje y alcaudón norteño en una zona alta de
cultivos.
Día 5, 16 de abril
Grévol, cárabo
uralense y pito cano fueron nuestros objetivos en el quinto día de viaje. Vimos
fugazmente los dos primeros, y el tercero lo observamos muy bien, aunque a
cierta distancia después de una intensa búsqueda en una parte del bosque de Lapszanka. Fue
precisamente en estos bosques donde pasamos buena parte del día, desde primera
hora de la mañana a la primera hora de la tarde. Durante el día tuvimos lluvia,
frío intenso e incluso algo de agua nieve… para variar. La larga ruta a pie,
preciosa en su mayor parte, nos permitió la oportunidad de hacer una inmersión
en territorio lobero, de hecho vimos varias huellas y excrementos de un enorme
cánido que apuntaba a lobo. Mientras Félix caminaba por delante del grupo un
par de cientos de metros, una tetraónida cruzó el camino en vuelo a sus
espaldas… a media altura. Sin duda alguna se trataba de un grévol. Después de
buscar entre la hojarasca y la densa vegetación por donde suponíamos había
aterrizado, finalmente dimos con un macho de grévol que fue observado
fugazmente en un par de ocasiones. Desgraciadamente no por todos los miembros
del grupo.
Un par de horas
más tarde, y mientras comíamos nuestro picnic en el bosque en medio de un
gélido ambiente, vimos la silueta de un gran búho cruzando entre los desnudos
troncos de las hayas. Un nuevo vuelo corto confirmaba que se trataba de un
cárabo uralense, aunque en esta ocasión se perdió en el bosque sin dejar
rastro. Poco después veríamos a nuestro tercer objetivo, el pito cano. El
pájaro en cuestión estuvo más de cinco minutos reclamando desde lo alto de una
rama seca de una vieja pícea… justo cuando comenzaba a nevar.
Después de la
larga caminata regresamos a la pensión Novak para cenar pronto, y aún tuvimos
un poco de tiempo para descansar antes de nuestra salida nocturna programada para
ese día. La climatología no nos había permitido realizarla antes, de hecho
pronto nos dimos cuenta de que hacía demasiado viento fuera para tratar de ver
búhos. En cualquier caso había que intentarlo. Visitamos territorios de
mochuelo chico y mochuelo boreal, pero ninguno de los dos apareció. Lo que sí
vimos en varias ocasiones fue chocha perdiz. Una nueva especie para la lista.
Al final, regresamos a nuestro alojamiento para un merecido descanso.
Día 6, 17 de abril
Después de un
breve paseo por el pueblo dejábamos Lapszne Nizne rumbo hacia la región de
Babia Gora. Una primera parada en las turberas de Orawa nos sorprendió con la
observación de varios ejemplares de gallo lira… eso sí, a más de un kilómetro
de distancia y gracias a nuestros telescopios. Aunque posados en las copas de
los árboles apenas se apreciaban detalles, una vez alzaban el vuelo para bajar
a los prados, veíamos con claridad sus largas colas y las partes blancas de las
infracobertoras caudales. La parada de rigor para tomar café la hicimos no
lejos de esta reserva natural, para trasladarnos acto seguido a los humedales
del río Orawa.
Turberas de Orawa / Orawa Pit Bogs
Nada más llegar
nos dio la bienvenida una preciosa águila pomerana. El día, nuevamente frío y
nublado, no daba opciones de hacer fotos debido a la escasa luz en el ambiente.
Buscábamos lavandera cetrina, que decidió no aparecer, sin embargo sí
localizamos algunos limícolas como combatiente, archibebe común, chorlitejo
chico, avefría y agachadiza común. En un recodo del río también observamos
garceta grande y cisne vulgar (muy confiado). También añadimos a nuestra lista
bisbita alpino, alondra común y un alcotán que pasó en vuelo rápido por encima
de nuestras cabezas.
Águila pomerana / Lesser Spotted Eagle
Después de comer
llegábamos a nuestro hotel en plena región de Babia Gora, el Zawoja Jawor, desde
donde partíamos minutos después tras recibir una llamada de uno de los
colaboradores de Félix. Al parecer había localizado un nido de cárabo uralense en
una reserva natural situada a hora de nuestro hotel. El hallazgo bien merecía
la pena un cambio de planes. Antes, algunos compañeros habían observado mirlo
acuático en el río junto al hotel.
El lugar es
conocido como montes Beskid Niski o Bajo Beskid en plenos Cárpatos Orientales.
Después de recoger al responsable del descubrimiento, que no era otro que un
alto cargo de la Oficina de Conservación de Fauna de Cracovia, nos dirigimos
hacia lo más profundo del bosque, pero curiosamente nos paramos junto a una
pista utilizada por trabajadores forestales. En medio de un tocón a unos dos
metros del suelo cuatro hermosos pollos de cárabo uralense se acurrucaban
ajenos a la expectación que generaba su presencia… y no lejos de allí, posado
en una rama, uno de los adultos. Cumplíamos así, el principal objetivo de
nuestro viaje.
Pollos de cárabo uralense / Ural Owl chicks
Cárabo uralense / Ural Owl
Cárabo uralense / Ural Owl
A apenas 500
metros de este lugar y tras salvar una fuerte pendiente, llegábamos a una zona
de árboles maduros en lo alto de una loma. También tendríamos oportunidad de
ver mochuelo chico, pues una pareja criaba en uno de esos árboles. Tras esperar
varios minutos finalmente apareció uno de los adultos, asomándose por la
pequeña entrada de un nido excavado supuestamente por un pico tridáctilo. Su
pico amarillento y sus cejas prominentes, además de su pequeño tamaño, no
dejaban margen a la duda. Segunda especie de búho vista en menos de una hora.
Estábamos listos ya para regresar a nuestro hotel… aunque antes de subirnos al
minibús de Peter los rezagados vieron de nuevo chocha perdiz cuando apenas
quedaba luz.
Mochuelo chico / Pigmy Owl
Día 7, 18 de abril
El séptimo día
amaneció por fin despejado mostrando toda la belleza de las montañas de Babia
Gora desde las ventanas de nuestras habitaciones. Eso sí, bellas… y nevadas,
como comprobaríamos más tarde.
El Parque
Nacional de Babia Gora encierra en sus bosques algunas de las joyas naturales
más interesantes de esta parte del mundo. Desde urogallos, a picos tridáctilos,
pasando por grévoles, cárabos uralenses, cascanueces… e incluso lobos y osos.
De hecho, en nuestra ruta en el parque vimos rastros nítidos dejados en la
nieve de las dos especies de estos grandes mamíferos.
La mañana,
soleada aún por entonces, comenzaba con la observación de lujo de un
cascanueces junto a la carretera. La ruta a pie diseñada por Félix tenía que
salvar varias pendientes fuertes, pero no contábamos con la nieve que había
caído los días anteriores, ni con que el día fuera a estropearse tan
rápidamente una vez llevábamos un tercio del camino hecho. Al principio todo
parecía fácil y divertido ya que a las huellas y rastros dejados por los
tejones se unían huellas de urogallo, muy frescas. Más arriba el rastro de al menos
dos lobos jugueteando en la nieve ladera arriba… muy claras también. Al poco de
llegar a uno de los observatorios naturales de la ruta, una de las
participantes tropezó con la mala suerte de hacerse daño en una muñeca. La
situación desaconsejaba que siguiera la ruta por lo que tres en total decidimos
abortar el intento de ver pico tridáctilo y regresamos al vehículo donde nos
esperaba Peter. El resto, después de una sufrida caminata por la nieve, al fin
logró observar al tan buscando y ansiado pícido. El tiempo cambió de nuevo y
comenzó a llover. No podía ser de otra manera en este viaje. Finalmente nos
reunimos todos en el hotel para comentar las experiencias vividas durante ese
día. No se vieron muchos pájaros en esta jornada, y además de cascanueces y pico tridáctilo
apenas pudimos añadir otras especies como curruca zarcerilla, corneja cenicienta, zorzal
real, mirlo acuático y lúgano.
Cascanueces / Nutcracker
Cascanueces / Nutcracker
Pico tridáctilo / Three-toed Woodpecker
Última noche en el Hotel Zawoja
Jawor.
Día 8, 19 de abril
Nuestro último
día completo en Polonia amaneció soleado… la verdad es que ya que estábamos
cansados de tanto mal tiempo. Al menos así aguantó hasta casi última hora de la
tarde, cuando comenzó a hacer viento y bajar la temperatura considerablemente.
Suficiente para tener un auténtico día de pajareo con especies muy interesantes
relacionadas con los ambientes acuáticos.
Águila pomerana / Lesser Spotted Eagle
Después de
desayunar nos trasladamos a Zator, donde llegamos en apenas una hora.
Aprovechamos para dejar nuestro equipaje en las habitaciones y pertrecharnos
con todo tipo de artilugios como cámaras, prismáticos, telescopios… y por fin ¡gorras
para protegernos del sol!
La idea era hacer
dos recorridos diferentes en torno a los humedales y estanques artificiales dedicados
a la pesca deportiva cercanos a la localidad de Auschwitz. Mientras esperábamos
al resto del grupo en la explanada del hotel logramos oír nuestro primer
torcecuello del viaje, también eran varios los fumareles cariblancos que iban y
venían al estanque junto a nuestro alojamiento. En nuestro itinerario matutino
observamos entre otras especies zampullín chico, sormormujo lavanco, zampullín
cuellinegro, grulla común, ánsar común, porrón común, aguilucho lagunero,
pájaro moscón, carricerín común, gorrión molinero y escribano palustre. Todas,
especies más o menos comunes en nuestro país. Después de comer en el hotel Karpik
pusimos rumbo a otros dos humedales que completarían nuestra visita a Zator.
Aquí añadimos a la lista silbón europeo, martinete, correlimos común, lavandera
boyera, archibebe oscuro, andarriós bastardo, bigotudo, avión zapador y
zarapito real. No tuvimos suerte de nuevo con la lavandera cetrina, pero
escuchar la llamada retumbante del avetoro a apenas unos metros de nosotros recompensó nuestro paseo.
Con la caída de
la tarde regresamos a nuestro hotel donde nos reunimos para nuestra última cena
en “familia”.
Día 9, 20 de abril
Antes de
desayunar y poner rumbo a Cracovia, un grupo de incansables salimos en búsqueda
del torcecuello que había sido oído el día anterior. Aunque no dimos con él, sí
localizamos a una hembra confiada de pico menor. En nuestro paseo no dejábamos
de oír el canto del escribano cerillo, mientras un corzo salió de entre la
vegetación cruzando el camino delante del grupo. El tiempo volaba y teníamos
que disponernos para comenzar nuestro viaje de vuelta a Cracovia.
Ya en la ciudad,
y antes de dejar tiempo libre para realizar las últimas compras, visitamos un
par de parques urbanos tratando de localizar papamoscas collarino, y que aunque
según Felix se trataba de una especie común, no tuvimos suerte de observar la
mayor parte del grupo. Tampoco hubo suerte esta vez y tuvimos que conformarnos
con pico picapinos, verdecillos, carboneros palustres, arrendajos, zorzales
reales, grajas y trepadores azules.
Después de una
pausa en el casco histórico de Cracovia nos trasladamos al aeropuerto donde nos
despedimos de nuestros anfitriones, a los que agradecemos desde aquí su
dedicación. La llegada a España se hizo sin novedades, poniendo punto y final a
nuestra aventura ornitológica por tierras polacas.
Más fotos en el blog de Josemi Baena, uno de los participantes de esta "expedición ornitológica" a Polonia:
Introducción Micropaisajes Pícidos Nocturnas y otras aves
Introducción Micropaisajes Pícidos Nocturnas y otras aves
Yo he estado esta semana santa con Félix Felger y la cosa no se dio muy bien. Nos estuve nevando todos los días y además Félix no llevaba los búhos preparados con antelación. No puedes ofertar un viaje centrado en parte en varias especies de rapaces nocturnas y no haber hecho un trabajo de campo previo para tus futuros clientes.
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