El día
amaneció despejado. Nuestro destino estaba relativamente cerca de Madrid por lo que llegamos
bastante pronto. Después de desayunar en uno
de los bares en el pueblo toledano de Tembleque y comprar pan, como
de costumbre, echamos un vistazo a los cernícalos primillas que anidan en la torre de la iglesia. ¡Un buen comienzo!
Un
camino vecinal cercano nos llevó entre campos agrícolas con manchas de taray y otros árboles. Durante más de una hora fuimos andando
viendo la variedad de especies presentes como escribanos trigueros, grajilla occidental, un precioso macho de alcaudón común, seguramente recién
llegado de África, avefría europea, una abubilla cantando y unas esquivas cogujadas comunes eran lo más destacado del comienzo. Pronto salieron otras especies más
llamativas como una pareja de aguilucho cenizo, aunque distante, otra
pareja de alcaraván común, dos o
tres lavanderas boyeras en pleno
paso y una solitaria garcilla bueyera aumentaron la variedad, y con una notable cantidad de anátidas, incluyendo bastantes patos cuchara, levantados de
unas charcas por unos cazadores. De
hecho, un guarda de caza nos paró para preguntarnos si teníamos ¡¡¡los permisos
necesarios para la observación de aves!!! En fin, resultó que se celebraba el campeonato nacional de caza con galgos justo en la zona.
Otra de
las especies estrella, la avutarda común sólo estaba presente a distancia así
que después de ver y hablar sobre la presencia de varios machos cantores de alondra común, nos trasladamos hasta
una zona más tranquila, en los llanos hacia el sur, para otro corto paseo. Nada más llegar voló otra pareja de
alcaravanes antes de posarse a plena vista en un campo de trigo, giramos para
contemplar el primero de tres machos de sisón
y hacia un lado aparecieron unos enormes machos de avutarda,
algunos en pleno cortejo, haciendo ‘la rueda’, para deleite del personal. También volaba por la zona un grupo de pagazas piconegra, las primeras del año
para todos los participantes. Un antiguo
y abandonado cortijo se había convertido en un sitio magnífico de cría para
multitud de aves, incluyendo unos 40 o más cernícalos primilla. ¡Una delicia!
Después
de una breve pausa en Turleque, seguimos rumbo a la Laguna Larga de Villacañas
donde comimos cerca del “Observatorio de los Flamencos” mientras seguíamos viendo
aves. La laguna estaba muy alta y
relativamente sosa, pero muchos tarros blancos, bastantes avocetas, varios chorlitejos
patinegros y un grupo mixto de pagazas piconegra y ruidosas gaviotas reidoras. También al menos
tres individuos de una libélula migradora, la Anax ephippiger, cazando moscas constantemente delante de nosotros
sobre los arbustos y bajo un sol ya de justicia.
Otra
pequeña laguna cercana fue quizás más interesante, con varios combatientes, archibebes comunes, más chorlitejos patinegros y dos chorlitejos grandes,
un correlimos común y otro menudo y dos parejas de ánade friso, aunque también
un precioso macho de lavandera boyera
de la raza iberiae posó bien en un
cable. Cuando nos íbamos apareció un críalo europeo
adulto (el primero de dos en el día) también balanceándose en un cable antes de
volar hasta unos árboles.
Tocaba de nuevo paseo a pesar de del implacable sol. Un nuevo éxito sobre todo al encontrar una cría viva de culebra viperina en el
camino y una hembra de cardenillo -una pequeña mariposa, o de finales del
invierno o principios de la primavera–. Dos notables grupos de bisbitas
pratense también sugieron que el invierno había llegado tarde y tanta la marcha
al norte de los invernantes como de la llegado de los migrantes transaharianos
iban atrasados.
Después
de otro refresco en un bar del pueblo terminamos en la Laguna de Lillo. El calor ya amainaba, la luz mejoró, la
reverberación desapareció y el fondo negro de unas tormentas al norte nos
dejaban unas vistas muy buenas en la laguna. Aquí registramos un buen grupo de flamencos descansando en la
otra orilla, tarros blancos, avocetas, un bando de correlimos menudos y
comunes, varios chorlitejos patinegros, una aguja colinegra, cuatro gaviotas sombrías,
varios cuervos de camino a un dormidero, una hembra de aguilucho pálido
y un par de aguiluchos laguneros. Y justo antes de regresar a Madrid un precioso doble arco iris que ponía punto y final a una magnífica jornada de campo.
Texto y fotos: John Muddeman / Spainbirds Nature Tours
Huellas de avutarda / Great Bustard tracks
Macho de cernícalo primilla / Male Lesser Kestrel
Hembra de cernícalo primilla / Female Lesser Kestrel
Sisón común / Little Bustard
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