Un par de días bien aprovechados para disfrutar de la
primavera temprana en la Sierra de Gredos. ¡Y gracias a un tiempo soleado y
‘primaveral’ –con excepción de la lluvia una vez más– la salida no defraudó!
Después de una parada ‘técnica’, donde disfrutamos de una
vista espléndida de la muralla de Ávila, y para recoger a Mercedes, nuestra guía
local, cogimos la óptica, las
cámaras, nos pusimos las mochilas... y comenzamos a caminar.
Empezamos nuestra visita a Gredos en el Puente del Duque. El lugar está rodeado de pino silvestre habitado
por varias especies de aves típicas de mayores alturas y ambientes frescos. Pronto disfrutamos de un reyezuelo listado cantando a pleno pulmón. Su
primo cercano, el reyezuelo sencillo, también cantaba desde las copas de los
pinos pero no se dejó ver, a diferencia de los carboneros garrapinos,
petirrojos europeos, chochines comunes, pinzones comunes y alguna que otra
especie común. Con calor, y gracias al
sol reinante empezamos a disfrutar de numerosos avistamientos de
mariposas, reptiles y multitud de flores, incluidas grandes extensiones de piornal ya dando un aspecto de manto dorado en muchas laderas, varias semanas
antes que en un año ‘normal’.
Bastantes individuos del siempre
impresionante lagarto ocelado estaban tomando el sol entre las rocas o los
antiguos muros de piedra. Y entre ellos se dejaron ver varios machos de lagarto
verdinegro –endémico de la península ibérica– con su cabeza azul que muestran durante el periodo de celo... incluso se
vieron dos cópulas. Varias lagartijas roqueras, culebras viperinas y hacía el
final de la ruta para la mayoría del grupo, un precioso y grande ejemplar de
culebra lisa europea pusieron de manifiesto tanto el calor que experimentamos
como la calidad del hábitat. Varios machos de sapo común de la raza de Gredos
esperaban a alguna hembra en las aguas cristalinas del Tormes, aunque tardamos
bastante en poder verlos bien por su color y patrón tan críptico.
En realidad, cuanto más avanzámos veíamos más variedad de aves como curruca zarcera, alondra totovía, escribanos montesino y
soteño, un mosquitero musical en paso y varios papialbos, además de alguna
culebrera europea, y para los andarines más rápidos, un abejero europeo. Sin embargo, quizás
las mariposas fueron el grupo más destacado del día. Empezamos con varias
‘blancas’, tanto blanca de la col como blanquita de la col, la blanca
verdinerviada y la musgosa, los machos de ésta última con grandes manchas
naranjas. Su primo el precioso y muy colorido bandera española estaba por todas
partes, varias hembras incluidas... y tras equivocarnos momentariamente, me di
cuenta de que era una hembra de ésta la que había visto en Somiedo en marzo del
1997 y no una zegrí (que había dudado ver pero nunca pude confirmar). Una macaón, dos arlequines ya un poco ‘pasados’, sendas ondas rojas, pedregosa, canela
estriada, gris estriada, duende oscuro y escamas azules, bastantes colias,
limoneras y Sofías, una blanca esbelta, algunas blanquiverdosa moteada,
cardera, pavo real, atalanta, ortiguera, doncella punteada, doncella mayor,
sertorios, mantos bicolor y oscuro ibérico y algunos licénidos como manchas
verdes, morena y morena serrana, niña
celeste y dos puntos nos animaron a casi cada paso y hicieron el deleite del
grupo.
Ya de vuelta en el hotel y después de los necesarios refrescos y una cena
magnífica, incluso algunos se animaron a realizar una salida nocturna, registrando tanto un par
de autillos como el canto de un chotacabras europeo en las cercanías.
El domingo empezó también con el cielo casi limpio. De forma
imprevista a última hora recurrí a la ayuda de Mercedes de nuevo, quien
afortunadamente nos pudo acompañar, y pusimos rumbo a la Plataforma. Con dos
neveros derritiéndose en el largo camino a la Laguna Grande optamos por ir al
Puerto de Candeleda.
Sin embargo... ¡No pudimos salir del aparcamiento durante un buen
rato! Numerosos escribanos hortelanos montaron un auténtico ‘show’ al lado del
mismo, varios bajándose para beber en unas paredes de roca donde goteaba el
agua y donde los "fotógrafos" los seguían. El primer macho de roquero rojo cantaba en vuelo
desde muy alto, con un macho de roquero solitario en el lado opuesto, mientras
que los primeros bisbitas alpinos, collalbas grises y acentores comunes del día
también cantaban en los alrededores.
Con tantas flores e incluso rocas de interés por el camino,
además que algún que otro pájaro, el grupo ya empezaba a dividirse un poco, y
al final del primer camino de subida, ya nos habíamos fraccionado en dos. La suerte
sonrió a los ‘tardones’ cuando una de dos grandes rapaces que aparecieron por
el horizonte resultó ser ¡un quebrantahuesos! Al lado de un leonado pudimos apreciar
perfectamente su forma estilizada y con ayuda del telescopio, que tenía dos líneas
blancas, una en cada ala. ¡Increíble, pero era Nerpio, un joven macho liberado en Cazorla hace un año y el mismo
individuo que me había encontrado en Monfragüe nueve días antes!
Arriba la avifauna ya era de pura montaña, con casi
todas las mismas especies de abajo, pero también una de las especies
estrella, el pechiazul. Más esquivo que otras veces, algún macho subía por
encima de los piornos para cantar y mostrarse muy bien ante unas pocas personas. Tanto por el camino como por
la zona del Puerto se dejó ver decentemente para todo el mundo, al igual que varios machos de
roquero rojo, otra especie ‘emblemática’ de la zona. Águila calzada, culebrera
europea, buitres leonado y negro y hasta algún milano negro animaron los cielos... y un gran grupo de cabra montés bajó de un pico para quedarse al lado
del camino.
Una vez todos reunidos (ya que algunos nos habíamos
quedado por el camino) echamos un último vistazo en el aparcamiento que nos permitió observar una pareja de roquero rojo... y hasta una pareja de
golondrinas dáuricas revoloteando en compañía de unos aviones roqueros.
Nos despedimos de Mercedes, agradeciéndole su excelente
trabajo, y después de una nueva parada en el hotel iniciamos nuestro regreso a Madrid
después de una excursión realmente memorable.
Resumen de la excursión por John L. Muddeman
Resumen de la excursión por John L. Muddeman
Agredecimientos a Paco, Edu y Rosa por ceder sus fotos de manera completamente desinteresada, así como a todos los participantes de esta excursión por haberla hecho posible.
Acentor común / Hedge Accentor
Macho de cabra montés / Male of Spanis Ibex
Comtemplando orquídeas / Watching orchids
Roquero rojo / Rufous-tailed Rock Thrush
Lagarto ocelado / Ocellated LIzard
Milano negro / Black Kite
Pechiazul / Bluethroat
Manchas verdes / Green-underside Blue
Escribano hortelano / Ortolan bunting
Curruca zarcera / Common Whitethroat
Lagarto verdinero / Schreiber's Green Lizard
Culebra lisa meridional / Southern Smooth Snake
Pyrrhosoma nymphula / Large Red Damselfly
Bandera española / Provence Orange Tip
Quebrantahuesos / Lammergeier
Blanca meridional / Western Dappled White
Muy chulas la imagenes y sobre todo con mucha variedad. Las de los lagartos chulísimas. El quebrantahuesos supongo que es un jovenzuelo en dispersion.
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