Para la última excursión de la temporada de primavera-verano teníamos previsto visitar los Picos de Europa. Una escapada de cinco día a mediados del mes de abril que nos permitiría detectar la mayoría de las especies más interesantes de estas montañas.
Se trataba de una de las excursiones para grupos reducidos que tenemos en nuestro programa de actividades del 2014. Una fórmula ideal para recorrer bosques y zonas alpinas en búsqueda de algunas de las aves más esquivas de nuestra fauna.
Salíamos de Madrid a las 7:00 am con dirección a la localidad cántabra de Potes realizando una parada breve en Muarves de Ojeda, para contemplar su hermosa iglesia románica, y en Cervera de Pisuerga donde aprovechamos para avituallarnos. Sendas paradas en el Parador de Cervera y, posteriormente, en los prados circundantes de San Salvador de Cantamuda nos dio opción de toparnos las primeras especies interesantes como camachuelo común, bisbita arbóreo, gorrión chillón y escribano cerillo.
Después de comer junto a la iglesia románica de San Salvador nos trasladamos al puerto de Piedrasluengas, para conocer algunos prados de siega en los alrededores del pueblo de Barreda. Alcaudón dorsirrojo, triguero, totovía y varios busardos ratoneros nos tuvieron entretenidos un buen rato.
La tarde la pasaríamos explorando fresnos y castaños en un par de pueblos cercanos a Potes donde vimos nuestro primer pico mediano, y donde antes de viajar a nuestro hotel, tuvimos algo así como el momento "rapaz", ya que en apenas unos minutos divisamos un par de halcones peregrinos, alimoche común, águilas culebreras, busardos ratoneros, águila calzada, buitre leonado y cernícalo vulgar. Para finalizar, un macho de escribano soteño dejó verse a través del telescopio durante varios segundos.
El día finalizaría con una de las mejores cenas que hemos tenido este año con grupos. Para todo aquel que visite Potes muy aconsejable comer en Cenador del Capitán.
El segundo día del total de cuatro que pasaríamos en estas montañas amaneció nublado y amenazando lluvia, aunque la temperatura era ideal. El plan de la mañana sería visitar el Puerto de San Glorio y el collado de Llesba, para comer de vuelta en la Vega de Liébana.
A pesar de la leve llovizna que aparecía por momentos tuvimos un excelente comienzo de jornada registrando verderón serrano (lástima no haberlos visto mejor, sólo en vuelo), piquituerto, zorzal charlo, bisbita arbóreo, alondra común, escribanos cerillo y montesino, herrerillo capuchino... en el capítulo de los lepidópteros dos joyas de estos pagos, la endémica Erebia palarica, y la montana Parnassius apollo.
Erebia palarica / Chapman's Ringlet
Hembra de escribano cerillo / Female Yellowhammer
Bisbita arbóreo / Tree Pipit
Observado piquituertos en el Puerto de San Glorio / Watching Crossbills at San Glorio mountain pass
Parnassius Apollo / Apollo Butterfly
Por la tarde cambiamos de tercio, y de valle, visitando otro de los bellos pueblos lebaniegos. Aquí disfrutamos con las idas y venidas de una pareja de picos medianos, llegándolos a observar muy bien en un par de ocasiones, una familia de alcaudón dorsirrojo y nuestras primeras chovas piquirrojas. Arriba en el cielo busardos y águilas culebreras dominaban por encima de cualquier otra rapaz.
Joven de busardo o ratonero común / Juvenile Common Buzzard
Culebrera europea / Short-toed Eagle
Alcaudón dorsirrojo / Red-backed Shrike
La apoteosis ornitológica vendría en nuestro tercer día de viaje. Éste fue el elegido para subir al "cable" desde Fuente De. Tomaríamos el primer teleférico del día para aprovechar al máximo la mañana, tratando de huir de las hordas de visitantes que en esta época del año vienen a este rincón de Picos para practicar senderismo... o sencillamente contemplar lo espectacular de su paisaje. Tras un comienzo algo soso dirigíamos nuestros pasos hacia la senda que sube a Horcados Rojos. De camino vimos varios rebecos, aunque la primera especie "objetivo" no tardó en aparecer... dos gorriones alpinos nos sobrevolaron para al poco desaparecer por el collado. Sus alas largas y blancas lo hacían inconfundible... no estaba mal pero en el aire se respiraba ansia por disfrutar de ésta, y el resto de aves alpinas como Dios manda. Los siguientes en aparecer fueron los acentores alpinos y las chovas piquigualdas. También vistas fugazmente de ambos, desgraciadamente. El bisbita alpino tampoco faltaba a la cita y un par de aves dejaron verse razonablemente bien.
Llegábamos al poco rato a nuestro punto para ver treparriscos. Se trata de una zona conocida como La Vueltona y donde suele anidar en las cercanías una pareja de treparriscos. Este año no fue una excepción y pudimos localizar el nido a escasos 20 metros del camino. El recital fue sencillamente espectacular. Lo mejor es describirlo con imágenes:
Treparriscos macho / Male Wallcreeper
Treparriscos hembra / Wallcreeper female
Treparriscos hembra / Wallcreeper female
Treparriscos hembra / Wallcreeper female
Treparriscos hembra / Wallcreeper female
Treparriscos hembra / Wallcreeper female
Treparriscos macho / Male Wallcreeper
Y justo cuando nos encontrábamos en pleno éxtasis "treparriscal" (permitidme esta licencia), dos aves con alas blancas se posaron a unos metros de nosotros. Efectivamente se trataba de dos gorriones alpinos... no podían ser otra cosa. Sin saber muy bien donde mirar, puesto que otro macho de treparriscos, ajeno a la pareja que teníamos controlada, vino a "robar" algunos insectos de debajo de las piedras, justo por debajo de nosotros, allí aparecieron un adulto y un joven, reconocible por su pico amarillento. Para terminar de rematar la faena una pareja de acentores alpinos también pululaba a sus anchas debajo de la grieta donde criaban los treparriscos.
Joven de gorrión alpino / Juvenile White-winged Snow Finch
Acentor alpino / Alpine Accentor
Picos de Europa
Sabíamos que no veríamos muchas especies en la alta montaña, pero pocos imaginaban que íbamos a tener la fortuna de deleitarnos con todas ellas a corta distancia, en tan poco tiempo y además observando comportamiento e interactuando unas con otras. Antes de regresar al edificio del teleférico más chovas piquigualdas, y en un intento no muy serio de llegar al refugio de Aliva, se presentó la inconfundible silueta del abejero europeo. Desde luego poco más podríamos pedir.
Abejero europeo / European Honey Buzzard
Ya no nos quedaban muchas especies típicas de esta región por ver... y eso que la temporada de cría estaba muy avanzada y apenas los cantos de algunas aves se atisbaban incluso en las mejores horas del día. Después de comer a 1.800 metros de altitud salvamos sin esfuerzo, gracias al teleférico, los cerca de 1.000 metros de diferencia que nos llevaría al parking. Aún nos quedaba alguna joya que localizar. La poca suerte que tuvimos con el torcecuello, la compensamos con creces cerca de Pendes al localizar un par de parejas de colirrojo real, otra de nuestras aves clave en la excursión y que se hizo de rogar hasta casi última hora. En medio del castañar milenario de El Habario apareció una bola anaranjada cantando a unos metros de nosotros y a la altura de nuestros ojos. Completaría el día una gran observación de un joven de pico mediano, un par de culebreras europeas, una de ellas mostrando sus dotes y dominio del vuelo cernido, alimoches y las siempre comunes, pero bellas, tarabillas.
Macho de colirrojo real / Male Common Redstart
Hembra de colirrojo real / Common Redstart female
Juvenil de pico mediano / Juvenile Middle Spotted Woodpecker
Juvenil de pico mediano / Juvenile Middle Spotted Woodpecker
Castañar milenario de El Habario / The thousand-year Chesnut Trees of El Habario
Aunque nuestro último día sería en parte de viaje no dejamos pasar la oportunidad para conocer el desfiladero de la Hermida, donde los mirlos acuáticos son especialmente abundantes (registramos al menos 10 en una visita de menos de una hora), aquí también observamos lavandera cascaqueña, petirrojo y herrillos comunes. En el camino de vuelta paramos fugazmente en Santa María de Lebeña, donde sobrevolaba un grupito mixto de vencejos comunes y reales. Una nueva especie para la lista de la excursión.
La penúltima parada la realizaríamos en los alrededores de Vendejo, un lugar donde Guillermo Palomero de la FOP, nos había mostrado años atrás las huellas de una madre oso y su esbardo. Al llegar al pueblo los paisanos quisieron advertirnos... "cuidado que el oso anda por ahí"... bueno, todos pensamos en un posible feliz encuentro que sabíamos no se produciría, sin embargo en el cielo cicleaba el águila real. Después de un paseo corto donde vimos algunas mariposas, y de una breve parada en Piedrasluengas, pusimos rumbo sur, no sin parar a comer antes en la localidad de Camasobres. La llegada a Madrid se realizó según lo previsto. Satisfechos por el buen trabajo realizado durante esos días y por todas las jornadas de campo vividas hasta el momento en 7 intensos meses de guiar grupos por fin atisbaba las vacaciones... pero eso es ya otra historia.
Águila real / Golden Eagle
Melanargia galathea / Marbled White
Vista de Picos de Europa desde Piedrasluengas / The view of Picos de Europa from Pidrasluengas pass
Issoria lathonia / Queen of Spain Fritillary
Buenas fotos. Veo que finalmente el treparriscos se dejó ver a placer. Así que sé de dos que estarán contentos ;-).
ResponderEliminarQue envidia veros ahora tan abrigaditos. Un saludo,
Rafa V