Ya de regreso de nuestro periplo de tres días por tierras asturianas. El buen tiempo fue el gran protagonista de nuestra excursión e hizo que las opciones por ver algo de paso por la costa y de poder encontrarnos con algún invernante más en los puertos y ensenadas fueran limitadas. Aún así tuvimos un magnífico balance final con una muy buena mezcla de gaviotas, limícolas y anátidas, y pocas especies faltaron a la cita. Para los más avezados, la observación de un primer invierno de gaviota de Delaware fue seguramente el gran momento de la salida. El primer indivíduo que se deja ver este año en el Parque Isabel la Católica de Gijón. A continuación un detallado relato de lo que dió de sí nuestra "mini-expedición" por Asturias.
1er invierno de Gaviota de Delaware / First winter Ring-billed Gull
Después de un viaje de casi siete horas desde Madrid, por fin llegábamos al Parque Natural de la Ría de Villaviciosa. El trayecto, aunque largo, había sido muy tranquilo gracias a la labor de nuestro magnífico conductor Miguel Ángel, quien nos acompañó una vez más en otra de nuestras salidas ornitológicas. Tras un agradable paseo por la playa de Rodiles donde apenas pudimos registrar un par de muy distantes pardelas baleares y algunas gaviotas reidora, patiamarilla y sombría, llegamos a El Puntal para registrar una interesante selección de limícolas como los archibebes claro, común y oscuro (todos juntos para poder ver bien las diferencias entre ellos), los zarapitos real y trinador, chorlito gris y cormorán grande. Allí, en las mesas de uno de los restaurantes, dimos buena cuenta de nuestros picnics mientras seguíamos de reojo las evoluciones de algún colirrojo tizón y de un par de lavanderas blancas. Tras el correspondiente café reponedor y un breve vistazo a otra zona de la ría, ya subiendo la marea, donde añadimos correlimos común y menudo, martín pescador y chorlitejo grande, llegamos al Cierrón, donde pasaríamos el resto de la tarde hasta el anochecer. Nada más llegar un gran bando de cercetas comunes con una luz espléndida nos dió la bienvenida. Entre ellas se intuían avefrías, algunos azulones, chorlitejos grandes y chorlitos grises, y también garzas reales, garcetas comunes... y hasta cuatro espátulas diferentes, una de ellas anillada con anillas de pvc amarillas y verde en ambas patas. Otras dos especies interesantes observadas en este punto fueron bisbita alpino y un solitario chorlito dorado, el único que veríamos en toda la excursión.
Ya cayendo la tarde comenzaron las agachadizas comunes a entrar en actividad, mientras que dos archibebes oscuros hacían las delicias del personal a tan sólo unos metros del grupo. Pero el momento más divertido fue cuando un par de rascones fueron sorprendidos entre la vegetación para dejarse ver durante más de 20 minutos con observaciones intermitentes. Un gran final a un estupendo día de campo. En menos de media hora estábamos ya en nuestro hotel de Gijón, un establecimiento de cuatro estrellas que fue del agrado de todo el mundo, con unas cenas más que correctas y unos desayunos para quitarse el sombrero.
Rascón en la ría de Villaviciosa / Water Rail at Villaviciosa Natural Park
El sábado amaneció nuevamente soleado, pero algo ventoso. Un viento que se dejó notar especialmente en la costa, y sobre todo en torno al mediodía, cuando nos encontrábamos precisamente en Cabo Peñas. Comenzamos el día en la playa de Bañugues, nuestro objetivo era detectar alguna gaviota cana o alguna de las gaviotas argénteas que sabíamos se estaban viendo esos días en la zona. Después de una hora de espera y de escudriñar el bando de gaviotas tan sólo sacamos un par de argénteas, gracias aquí a la ayuda de Pin, ornitólogo local que se unió al grupo para pasar el día. Antes de que llegase, tuvimos la grata sorpresa de la visita fugaz de un solitario morito, que tras posarse unos segundos en la playa alzó nuevamente el vuelo cuando un mariscador pasó junto a las aves que descansaban junto al agua. Una especie muy poco frecuente por estas latitudes. Aquí añadimos a la lista nuestra primera gaviota cabecinegra y unos cuandos bisbitas comunes.
Ejemplar de morito en la playa de Bañugues / A rare visitor in the North, Glossy Ibis in Bañugues beach
La siguiente parada la realizamos en la playa de Moniello. Tras un agradable paseo donde se observó halcón peregrino, cormorán moñudo, alondra común y curruca cabecinegra, pusimos rumbo a Cabo Peñas previa parada para comprar comida en Luanco.
La especie objetivo en Peñas era el bisbita de Richard, un pequeño passeriforme que habita en las praderas asiáticas de Siberia, Mongolia y China fundamentalmente. A pesar del viento reinante no tardamos mucho en localizar a dos aves, posiblemente los mismos indivíduos que ya viera el martes pasado en el mismo lugar. Antes, un confiado correlimos común había estado posando en un pequeño charco junto al acantilado.
Correlimos común / Dunlin
El esquivo comportamiento de las dos aves en medio del brezal no dió oportunidad para hacer buenas fotos, sin embargo sí pudimos disfrutarlos a gusto durante varios momentos a través de los prismáticos y telescopios. Una de las especies que más ganas teníamos de observar en la excursión.
Bisbita de Richard / Richard's Pipit
Después de comer junto al museo del mar de Peñas y de los "obligados" cafés de mediodía poníamos rumbo a nuestro siguiente destino, la ría de Avilés, concretamente visitaríamos la margen derecha en la zona de Zeluán.
Entre el maremagnum de gaviotas (no tuvimos suerte con la gaviota cáspica que lleva viéndose por aquí en los últimos siete inviernos) adivinamos al menos una gaviota argéntea, y el primer y único gavión atlántico del viaje. Un precioso indivíduo adulto que después de ser observado durante un buen rato decidió emprender vuelo y desaparecer mientras era seguido por una buena batería de prismáticos.
En la ría, la silueta del ansiado colimbo grande tampoco pasó desapercibida. Lo vimos zambullirse en numerosas ocasiones para comprobar lo magníficas buceadoras que son estas aves. En una ocasión apareció en la superficie con un gran pez que no dudó en engullir en apenas unos segundos. Parte del grupo disfrutó también con las evoluciones y lances de caza de un halcón peregrino que perseguía a las limícolas... parece que sin mucha suerte para la rapaz... por esta vez. Nuevamente con el sol poniéndose decidimos dar por concluido nuestro segundo día en la costa asturiana.
Colimbo grande / Great Northern Diver
Nuestro tercer y último día iba a ser el más productivo ornitológicamente hablando. Comenzamos la mañana, con marea alta, en el paseo de la playa de San Lorenzo. Nada más llegar observamos un cormorán moñudo pescando a escasos metros del muro de contención.
Cormorán moñudo / Shag
Si hay una especie fácil de observar en las rocas y en el mismo paseo ese es el vuelvepiedras. Incluso hubo quien contó un bando de más de 40 ejemplares. El de la foto posó para nosotros durante unos minutos antes de alejarse a descansar con sus camaradas que le esperaban metros más abajo.
Vuelvepiedras / Ruddy Turnstone
Y entre los vuelvepiedras un pequeño y rechoncho limícola con pico y patas color barro, aunténtica joya de estas abruptas costas, el correlimos oscuro. En total vimos más de diez ejemplares, en una ocasión cuatro juntos tomando un pequeño baño en los charquitos que se habían formado en las rocas mientras se retiraba la marea. Un auténtico lujo para los sentidos poder contemplar a corta distancia una de las limícolas nidificantes más escasas del continente europeo.
Correlimos oscuro / Purple Sandpiper
Entre los bisbitas comunes un reclamo monosilábico y distintivo delataba la presencia de al menos un bisbita costero, otra de las especies objetivo del viaje y que pudimos contemplar gracias a la pericia de uno de los pajareros más jóvenes del grupo. A veces abruma el conocimiento de estos chicos.
Bisbita costero / Rock Pipit
A apenas diez minutos a pie se encuentra el parque urbano de Isabel la Católica, sinónimo de rarezas, encontradas en los últimos años en medio de una variada colección de aves en semi-cautividad. Buscábamos el ánsar piquicorto que se lleva observando desde hace semanas y que no tardamos en localizar alimentándose en una de sus secciones habituales del parque. Justo cuando el grupo iba congregándose para ver al ánsar pasó por encima de nosotros una gaviota que no podía ser más que un primer invierno de cana o de Delaware.
Ánsar piquicorto / Pink-footed Goose
"Bimbando" el ánsar piquicorto / Twitching the Pink-footed Goose
Cinco minutos después se despejaron las dudas cuando un primer invierno de gaviota de Delaware se congregaba junto a otras gaviotas mientras los visitantes arrojaban pan al estanque. No podíamos pedir más de nuestra visita a este atípico lugar, donde también detectamos a la hembra de cerceta carretona que está invernando este año en el parque.
1er invierno de Gaviota de Delaware / First winter Ring-billed Gull
Hembra de cerceta carretona / Female Garganey
El tiempo volaba, así que teníamos que movernos rápido y poner rumbo al puerto de El Musel, donde también comeríamos cómodamente en unas mesas junto al parking. Aquí añadimos cuatro especies interesantes a la lista, la primera en caer fue un negrón común hembra que nadaba junto a un zampullín cuellinegro (también nuevo para la excursión), la segunda un tarro blanco, suponemos poco frecuente por estas tierras. La tercera una preciosa hembra de serreta mediana que incluso salió del agua para descansar en las rocas, y la cuarta un par de alcas, distantes, que pusieron el broche de oro a nuestra excursión por tierras asturianas. Nada más terminar de comer comenzamos nuestro regreso a la urbe. El viaje, como siempre, sin sobresaltos concluyó en Moncloa cinco minutos antes de la hora estimada por la organización.
Hembra de serreta mediana / Female Red-breasted Merganser