Aunque ya habíamos viajado al archipiélago canario con grupos de pajareros británicos y norteamericanos, éste era nuestro primer viaje a las islas orientales para el público español. La idea era hacer una introducción a la avifauna de ambientes esteparios de las dos islas principales, Lanzarote y Fuerteventura, tratando de permitir algunos momentos de ocio alternativo, algo que según los comentarios de los propios participantes de este tour se consiguió. Por supuesto no descuidamos lo ornitológico y acabamos observando la totalidad de especies terrestres más representativas de este sector del archipiélago canario incluyendo una rareza para las islas, cernícalo patirrojo.
El viaje comenzaba en Lanzarote donde nos esperaba en nuestro hotel la gente desplazada desde Barcelona. Una breve parada en el mismo para completar el grupo y dejar las maletas nos permitió exprimir al máximo ese primer día. Nos dirigimos directamente hacia el mirador de El Río, en el norte de la isla, donde a pesar del viento conseguimos dar buena cuenta de nuestras viandas. La vista espectacular, amenizada con los primeros bisbitas camineros y cuervos (ssp. canariensis), nos dejaba ver La Graciosa con el islote de Alegranza al fondo. Lástima que el día estuviera nublado ya que cuando aparecieron los primeros halcones de Eleonora no pudimos apreciar demasiados detalles, apenas una silueta de falcónido de alas largas... en cierto modo "suficiente" para poder separarlo de otras especies similares presentes.
Más suerte tuvimos con otra de las rapaces más interesantes del archipiélago, el halcón tagarote o de Berbería. Pudimos disfrutar con una larga observación de una pareja, primero en vuelo y luego posada, lo que nos permitió ver cada detalle a través de los telescopios. Quizás fue el primer gran momento del viaje. La pareja de tagarotes no fue observada desde el mirador de El Río, sino desde uno de los dos miradores situados más al sur de bajada hacía Haría, donde también registramos curruca tomillera y varios lagartos atlánticos, una especie endémica de estas islas orientales.
Lagarto atlántico (Gallotia atlantica) / Atlantic Lizard
Una breve parada en Haría para tomar un refresco y cafés nos condujo poco después al lugar donde veríamos nuestros primeros canarios (una especie más típica de las islas occidentales y de colonización reciente en Lanzarote).
Gorrión moruno en Haría / Spanish Sparrow in Haría
Poco antes de iniciar nuestro camino de regreso hacia el hotel localizamos tres tórtolas europeas, increíblemente confiadas, lo que nos permitió realizar algunas fotos a corta distancia.
Tórtola europea / European Turtle Dove
De regreso al hotel y con suficiente luz para intentar un primer acercamiento a los ambientes esteparios decidimos visitar los llanos de Los Ancones. Aquí no tardamos en localizar a nuestra primera hubara canaria y a un par de descarados alcaravanes muy cerca de las furgonetas. También el primer grupo de perdices morunas. Con la caída de la tarde nos trasladamos a nuestro hotel en Costa Teguise, donde pasaríamos la siguientes 4 noches.
Alcaraván común / Eurasian Stone Curlew
Hubara canaria / Houbara Bustard
El plan para nuestro segundo día era pasar la mañana tratando de localizar hubaras y corredores en el Jable de Famara para más tarde acercarnos a La Isleta y añadir algunas especies de limícolas a nuestra lista. No comenzó nada mal el día al localizar las primeras tórtolas senegalesas del viaje, desgraciadamente fueron observadas fugazmente en un par de ocasiones, pero la parada nos permitió ver un gran bando de perdices morunas con pollos ya crecidos. Una vez en el jable detectamos un grupito de seis corredores saharianos, muy bien vistos a pesar del fuerte viento en aquellos instante. También localizamos en poco tiempo un par de hubaras, una de ellas bastante cerca del camino, haciendo un magnífico ejercicio de mimetismo. Llamativo fue también el alto número de alcaudones reales (ssp. koenigi) presente. En las cercanías de Soo vimos dos abubillas y a estas alturas ya habíamos visto docenas de bisbitas camineros, muy comunes en ambas islas orientales.
El grupo en el Jable de Famara / The group at the Jable de Famara sandy desert
Tras la habitual parada para baños, cafés y avituallamiento, en esta ocasión en Caleta de Famara, nos dirigimos a La Isleta donde comimos tratando de parapetarnos del viento. Aquí añadimos a nuestra lista especies comunes en la península pero algo más escasas en las islas, como chorlito gris, garza real, zarapito trinador, vuelvepiedras, chorlitejo patinegro... en el camino de regreso a Costa Teguise la silueta de una falconiforme nos llamó enseguida la atención. El ave estaba posada en el cable de la línea telefónica... tras una rápida inspección con prismáticos pronto supimos que se trataba de un joven de halcón tagarote o de Berbería. Lo que pasó en los minutos siguientes fue sencillamente increíble. Primero nos dejó aproximarnos con los vehículos sin prestarnos demasiada atención, para poco después, comenzar a perseguir a varias palomas con rápidas pasadas. Era tal el descaro del "bicho" que finalmente decidimos poner pie a tierra, desde donde seguimos disfrutando con sus evoluciones y sus intentos de caza, poco fructuosos a decir verdad. En alguna ocasión pasó, literalmente, sobre nuestras cabezas a escasos tres o cuatro metros... Allí estuvo largo rato amenizando al personal hasta que decidió poner punto final al espectáculo y alejarse mientras luchaba con el viento.
Joven de halcón tagarote / Juvenile Barbary Falcon
Joven de halcón tagarote / Juvenile Barbary Falcon
Cuando aún teníamos el "momento tagarote" en nuestras retinas y comentábamos la fortuna que habíamos tenido de toparnos con semejante "descarado"... una nueva sorpresa en forma de dos cernícalos patirrojos (dos hembras concretamente) apareció a la entrada de la localidad de Nazaret. Lo cierto es que desde hacía semanas, sabíamos de la presencia de cernícalos patirrojos en la isla, más concretamente en el campo de golf de Teguise, justo hacia donde nos dirigíamos, pero no esperábamos encontrarnos a dos en ese lugar de Lanzarote. Curiosamente, justo donde estaban los patirrojos, merodeaban varios alcaravanes, a los que más bien no les hicimos mucho caso en principio.
Hembra de cernícalo patirrojo / Female Red-footed Falcon
Hembra de cernícalo patirrojo / Female Red-footed Falcon
Hembra de cernícalo patirrojo / Female Red-footed Falcon
Hembra de cernícalo patirrojo / Female Red-footed Falcon
Finalizamos nuestro segundo día en el campo de golf de Teguise, donde lo más destacado fue la presencia de varios grupos familiares de perdices morunas, un par de vencejos unicolores y un alcaudón real. Los incombustibles del grupo siguieron pajareando desde los balcones de sus habitaciones, añadiendo también a la lista antes de cenar pardela cenicienta.
Perdices morunas / Barbary Partridges
Aunque el tercer día del viaje fue el menos pajarero de todos, también tuvimos tiempo para ver especies interesantes, y sobre todo para realizar varios trayectos en barco. Comenzamos el día en el puerto de Órzola, al norte de Lanzarote para cruzar en ferry a la isla de La Graciosa. Allí hicimos un paseo a pie cruzando de sur a norte la isla hasta llegar a la playa de las Conchas. En el camino tuvimos las mejores observaciones de halcón de Eleonora de todo el viaje. Fueron varios los individuos observados durante nuestro paseo. También observamos continuamente bisbitas camineros y alcaudones reales, pero en general poca variedad y cantidad de aves.
Llegamos a Las Conchas a la hora de comer. Con una temperatura perfecta, una arena finísima y un mar azul como pocos, el baño parecía obligado, sin embargo la bandera roja ondeaba y decidimos ser prudentes, dar buena cuenta de nuestros picnics y disfrutar del ruido de las olas... y de los graznidos de los cuervos tumbados al sol ;-) Algunos afortunados pudieron ver muy bien durante varios segundos a un ejemplar de águila pescadora.
La vista de la isla de Montaña Clara desde la playa de Las conchas transmitía una sensación como estar en una playa remota del Caribe.
Playa de Las Conchas con Montaña Clara al frente / Las Conchas Beach with Montaña Clara island right in front
Vista del sector noroccidental de La Graciosa / A view of the Northwest secton of La Graciosa island
El día culminó con una sorpresa. Fue cortesía de Spainbirds una excursión gratuita fuera de programa de un par de horas en ferry privado a las costas de Alegranza. La idea era observar aves marinas y tratar de localizar alguno de los petreles de Bulwer que por aquí merodean habitualmente, pero no hubo suerte y tan sólo pudimos disfrutar del vuelo armonioso de docenas de pardelas cenicientas y gaviotas patiamarillas. Allá arriba en los riscos, la antigua plataforma de una pareja de guinchos (águilas pescadoras), pero sin rastro de actividad. Regresamos a Órzola, previa escala en Caleta de Sebo, para trasladarnos ya casi sin luz a nuestro hotel en Costa Teguise.
El último día completo en Lanzarote lo dedicaríamos a recorrer la parte sur de la isla, haciendo especial hincapié en las salinas de Janubio y en la zona de El Golfo - Hervideros. Una mezcla de birding y visitas turísticas que funcionó muy bien durante todo el día.
Nada más llegar a las salinas no tardamos en ver los primeros camachuelos trompeteros del viaje, sin embargo se mostraban bastante ariscos y apenas paraban unos segundos antes de volver a cambiar de lugar. Desde la atalaya privilegiada que nos proporcionaba el restaurante Mirador de Las Salinas se divisaba toda la explotación salinera. A lo lejos pequeños grupos de cigüeñuelas y limícolas diminutas, sin duda chorlitejos patinegros, y que posteriormente pudimos comprobar de más cerca. Un pequeño paseo hacia las cubetas y la laguna nos ofreció añadir a la lista avoceta, un único ejemplar que se movía al son de sus primas, las cigüeñuelas. Poca actividad sin embargo, sin rastro de tarros canelos o zampullines cuellinegros... eso sí, ¡los bisbitas camineros aparecían por todas partes!.
El último día completo en Lanzarote lo dedicaríamos a recorrer la parte sur de la isla, haciendo especial hincapié en las salinas de Janubio y en la zona de El Golfo - Hervideros. Una mezcla de birding y visitas turísticas que funcionó muy bien durante todo el día.
Nada más llegar a las salinas no tardamos en ver los primeros camachuelos trompeteros del viaje, sin embargo se mostraban bastante ariscos y apenas paraban unos segundos antes de volver a cambiar de lugar. Desde la atalaya privilegiada que nos proporcionaba el restaurante Mirador de Las Salinas se divisaba toda la explotación salinera. A lo lejos pequeños grupos de cigüeñuelas y limícolas diminutas, sin duda chorlitejos patinegros, y que posteriormente pudimos comprobar de más cerca. Un pequeño paseo hacia las cubetas y la laguna nos ofreció añadir a la lista avoceta, un único ejemplar que se movía al son de sus primas, las cigüeñuelas. Poca actividad sin embargo, sin rastro de tarros canelos o zampullines cuellinegros... eso sí, ¡los bisbitas camineros aparecían por todas partes!.
Después de sendas paradas en Los Hervideros y el charco de los Clicos, finalmente llegamos al pequeño pueblo de El Golfo, donde aprovechamos para tomar un aperitivo junto al mar, justo antes de dirigirnos al centro de visitantes del Parque Nacional de Timanfaya donde comeríamos... y donde sabíamos que veríamos a los simpáticos trompeteros. De hecho, al poco de llegar nos recibió un bando nutrido de camachuelos entremezclados con algunos gorriones morunos y unos poquitos pardillos comunes.
Camachuelos trompeteros / Trumpeter Finches
Camachuelo trompetero / Trumpeter Finch
El plan de la tarde pasaba por hacer una breve parada en el monumento al campesino de César Manrigue, y donde también vimos aves... por ejemplo alcaudón real y gorrión moruno... y por parar en Haría de camino al jable de Famara para tratar de ver herrerillo africano. Nuevamente tuvimos la suerte de cara y vimos al menos dos parejas de herrerillos en el mismo casco urbano de Haría.
Herrerillo africano ssp. degener / African Blue Tit ssp. degener
El resto de la tarde la pasamos en el jable de Famara donde localizamos a un bando enorme, y un tanto laxo, de corredores saharianos. Al menos 41 individuos. Al atardecer vuelta a nuestro hotel en Costa Teguise no obstante había que hacer la maleta para cruzar a Fuerteventura al día siguiente.
La mañana que cruzábamos hacia Fuerteventura la pasamos pajareando en los alrededores de Playa Blanca, donde es bien conocida su población de hubara canaria. Vimos varios ejemplares, algunos muy cerca de nuestra posición. También localizamos algunos camachuelos trompeteros y varios alcaudones reales. Antes de subir al ferry nos acercamos a playa Papagayo, donde algún intrépido se pegó un buen baño a la salud del grupo. Una pena que no fuéramos preparados para el baño ya que el calor en esos momentos era considerable.
La llegada a Fuerteventura transcurrió según lo planeado, en el trayecto en ferry anotamos un buen puñado de pardelas cenicientas pero poco más. Tras hacer el correspondiente reparto de habitaciones en nuestro hotel en La Oliva dejamos tiempo libre para comer y descansar un poco antes de salir por la tarde hacia la cercana reserva de Lajares.
El objetivo era claro, trataríamos localizar alguna de las parejas de tarabilla canaria presente en los barrancos circundantes. Nos costó más trabajo del habitual ver a la primera, finalmente pudimos disfrutar con la observación de una pareja de este endemismo canario. Poco después de localizábamos en las peñas circundantes del barranco a un busardo ratonero ssp. insularum. El primero de varios que veríamos en Fuerteventura.
La mañana que cruzábamos hacia Fuerteventura la pasamos pajareando en los alrededores de Playa Blanca, donde es bien conocida su población de hubara canaria. Vimos varios ejemplares, algunos muy cerca de nuestra posición. También localizamos algunos camachuelos trompeteros y varios alcaudones reales. Antes de subir al ferry nos acercamos a playa Papagayo, donde algún intrépido se pegó un buen baño a la salud del grupo. Una pena que no fuéramos preparados para el baño ya que el calor en esos momentos era considerable.
La llegada a Fuerteventura transcurrió según lo planeado, en el trayecto en ferry anotamos un buen puñado de pardelas cenicientas pero poco más. Tras hacer el correspondiente reparto de habitaciones en nuestro hotel en La Oliva dejamos tiempo libre para comer y descansar un poco antes de salir por la tarde hacia la cercana reserva de Lajares.
El objetivo era claro, trataríamos localizar alguna de las parejas de tarabilla canaria presente en los barrancos circundantes. Nos costó más trabajo del habitual ver a la primera, finalmente pudimos disfrutar con la observación de una pareja de este endemismo canario. Poco después de localizábamos en las peñas circundantes del barranco a un busardo ratonero ssp. insularum. El primero de varios que veríamos en Fuerteventura.
En el barranco también observamos varios camachuelos trompeteros y un nutrido grupo familiar de perdices morunas. Antes de regresar a nuestro hotel nos topamos con una pareja de corredor sahariano con su pollo. Una preciosa estampa para concluir nuestro primer día en Fuerteventura.
Corredor sahariano / Cream-coloured Courser
Corredor sahariano, adulto y pollo / Cream-coloured Courser, adult and youngster
Corredor sahariano / Cream-coloured Courser
Nuestro último día completo en Fuerteventura se había diseñado para visitar los principales lugares de observación de aves de la isla en una jornada maratoniana. Comenzamos en el embalse de Los Molinos, donde vimos un par de docenas de tarros canelos nada más llegar. Varios grupos de gangas ortega (unas 40 aves en total) nos sobrevolaron en tres ocasiones, en una de ellas lo hicieron realmente cerca de nuestra posición. También localizamos un par de vencemos comunes (los únicos del viaje) entre varios unicolores. La sorpresa de la mañana la protagonizó un precioso Alcotán cazando libélulas sobre la exigua lámina de agua. Una especie divagante en el archipiélago y que nosotros pudimos observar durante más de una hora.
Parte del grupo a la entrada del embalse de Los Molinos / Part of the group in the way to Los Molinos reservoir
Tarro canelo / Ruddy Shelduck
Adulto de alcotán / Adult Eurasian Hobby
Ganga ortega / Black-bellied Sandgrouse
Gangas ortega / Black-bellied Sandgrouse
Después de una magnífica primera parada en Los Molinos nos dirigimos a la localidad de Betancuria, dentro del Parque Natural del mismo nombre. Una obligada parada para comprar algún refrigerio nos obsequió con una gran observación de halcón tagarote, en vuelo fugaz por encima de los edificios, junto a una pareja de cernícalos vulgares ssp. dacotiae. El picnic del día lo realizaríamos en el área recreativa de Castillo de Lara, donde en paseo previo observamos varias tórtolas europeas, un pequeño grupo de jóvenes canarios, jilgueros y algún herrerillo africano. Un gran lugar para echarse una siesta a la sombra de los pinos ;-)
Cuervo común ssp. canariensis / Common Raven ssp. canariensis
Una fugaz visita por el embalse de Las Peñitas, donde en un mirador cercano tuvimos a un par de cuervos muy confiados, apenas nos proporcionó observaciones de interés, a excepción de una nueva pareja de tarabilla canaria de regreso a la carretera principal y que vimos claramente mejor que el día anterior.
Después de un tramo de carretera estrecha y con curvas llegamos al pueblo de Pájara, donde aprovechamos para tomar unos helados y los siempre obligatorios cafés. En los árboles de un parque cantaba una curruca capirotada, que tristemente no pudimos localizar, pero donde sí había un par de familias de jilgueros y varios gorriones morunos.
El siguiente y penúltimo emplazamiento a visitar sería el comedero de "Guirres" que el Cabildo de Canarias regenta cerca de la localidad de Tiscamanita. Varios alimoches (guirres) de diferentes edades frecuentaban en esos momentos el muladar, lo que nos permitió ver a distancia las diferencias entre los distintos plumajes. En los campos circundantes pululaban grupos nutridos de terrera marismeña.
Aimoche común o guirre / Egyptian Vulture
Después de un intenso y largo día regresamos a nuestro hotel en La Oliva. Había que preparar nuestro equipaje para volver a la península al día siguiente. Una suculenta cena, (una más) puso la guinda perfecta... regada eso sí por un buen vino cortesía de Javier, nuestro segundo guía para este viaje que además cumplía años.
La mañana antes de salir para Puerto del Rosario, la dedicamos a recorrer los llanos de Tindaya hasta llegar al mismo límite costero, en cuyos acantilados cría la pardela cenicienta. Además de una hubara canaria y un par de corredores saharianos, añadimos a nuestra lista un solitario y migrante alcaudón común, y una interesante cita de vencejo real.
Al mediodía nos encontrábamos ya en las salinas del Carmen, donde aparte de gaviotas patiamarillas no registramos gran cosa, aunque en el cercano Barranco de la Torre, justo cuando más apretaba el calor, divisamos un par de alimoches y un busardo ratonero, además de un pequeño grupo de camachuelos trompeteros.
Sin más novedad en lo ornitológico pusimos rumbo a Puerto del Rosario, donde tras despedirnos de los que prolongaban sus vacaciones en Fuerteventura tomaríamos nuestro avión de regreso a Madrid.
Y sólo nos queda dar las gracias a los 14 participantes de este viaje inolvidable, gracias a todos y cada uno de ellos por haberlo hecho posible, y gracias también a Javier Fernández, siempre incansable y rebosante de entusiasmo y buen sentido del humor. Gracias por su amistad y por su buen hacer.
Texto y fotos: Santi Villa / SBNT
El grupo en la entrada del P. N. de Timanfaya / The group at the entrance of Timanfaya N.P.
El grupo en nuestro hotel de La Olvida / The group in our hotel at La Oliva