Un viaje de diez días por tierras marroquíes recorriendo las montañas del Atlas, los desiertos pedregosos de Boumalne Dades, las gargatas del Todra y el Draa, las dunas de Merzouga, los palmerales de Rissani y como colofón, una tarde libre en la ciudad de Marrakech.
El grupo de 26 llegamos a Casablanca sobre el horario previsto ya de noche donde nos esperaba nuestro conductor. La primera noche nos alojamos en el Hotel Diwan, un establecimiento de cuatro estrellas donde pudimos disfrutar de un magnífico desayuno a la mañana siguiente.
Ese segundo día comenzamos encontrándonos con Imad Cherkaoui, miembro del personal de la oficina de SEO/BirdLife en Rabat, y con nuestros dos conductores Muhamed y Lahcen. Sin más dilación nos dirigimos hacia Marrakech para luego cruzar las montañas del Atlas pasando por el puerto de Tizi-n-Tichka. No tuvimos muchas opciones de ver aves este primer día, a excepción de nuestra parada a la hora de la comida en casa forestal de Toufline. Con apenas luz llegamos con el tiempo justo para visitar la ciudad bereber de Aïd Benhaddou. Toda una experiencia. Para este día la lista de aves observadas no fue muy larga, sin embargo pudimos ver nuestros primeros escribanos saharianos, vencejos pálidos y culiblancos, ratonero moro, Pito de Levaillant, piquituerto común y las subespecies locales de herrerillo común y pinzón vulgar. Nuestra segunda noche la pasamos en Ouarzazate. Después de la cena tiempo para dar un paseo y visitar el zoco.
El tercer día comenzamos observando aves en las cercanías de Ouarzazate, en una zona inundada que nos ofreció las primeras observaciones de tarro canelo y algunos limícolas como cigüeñuelas, andarríos chico y chorlitejo chico. El cercano embalse de Al-Manssour nos dejó algunos de los momentos estelares de la excursión destacando la observación de un par de tordalinos rojizos, nuestros primeros abejarucos papirrojos, zarcero pálido, torcecuello y un águila pescadora que llegó a sobrevolar nuestras cabezas. Después de ver nuestras primeras collalbas negras de Brehm y un magnífico ejemplar de lagarto espinoso nos dirigimos hacia El Kelaa N´Gouna, una animosa ciudad donde comimos. Poco después llegamos a Boumalne Dades, con tiempo para dejar nuestro equipaje y salir a dar una vuelta al antigua pista a Tagdilt. Aunque la basura era abundante y la imagen de esta zona esteparia desoladora pudimos ver collalba culirroja, collalba desértica, alondra cornuda sahariana y halcón borní. Regreso al hotel Xaluca para cenar e irnos a la cama ya que comenzamos nuestro cuarto día en Marruecos a las 5:30 AM.
La mañana de este cuarto día fue, ornitológicamente hablando, uno de los momentos más singulares de la excursión. Comenzamos el día viendo alondra ibis, un ejemplar respondió a la perfecta imitación realizada por Lahcen. Un grupo de alondras picogordas pasó junto a nosotros en vuelo mientras los curiosos jirds gordos no dejaban de curiosear en los alrededores de sus madrigueras. De nuevo collalbas desértica y culirroja (con su pecular canto). Más adelante siguiendo la polvorienta pista descrubrimos un grupo de unos 15-20 corredores saharianos, para acabar en el popular lugar donde desde hace unos años se ve collalba núbica. Vimos la pareja, pero el macho presentaba un patrón de plumaje atípico pudiéndose tratar de un posible híbrido con alguna otra especie de collalba, probablemente negra de Brehm. Regresamos a eso de las 10:00 para disfrutar con un variado y selecto desayuno tipo buffet. La seguna parte de la mañana la íbamos a dedicar a explorar las gargantas del Draa. Salvo una pareja de perdiceras y una breve observación de curruca de Tristram poco que destacar. El día finalizó con un paseo por los alrededores del hotel Xaluca.
El quinto día era nuevamente de traslado. Después de hacer una breve parada para detectar buitrón desertícola y terrera colinegra, nos dirigimos a una estación de servicio de camino a Erfoud donde comimos. En el palmeral cercano vimos nuevamente abejarucos papirrojos, tórtola senegalse, abejaruco común, aguililla calzada y alcaudón común. El traslado a Erfoud con previa parada en las cercanías de Rissani fue una carrera contrarreloj. Antes ya habíamos visto otro de nuestros objetivos para ese día, el alzacola. Un ejemplar posó durante varios segundos antes de desaparecer entre los cultivos y olivos de un palmeral cercano a Erfoud. El siguiente reto era encontrar una pareja de búho desértico que criaba en unos cortados no lejos de Rissani. Después de una intensa búsqueda y casi con la caída del sol pudimos ver uno de los adultos con dos magníficos pollos descansando junto a él. La llegada al hotel Chergui de Erfoud siendo recibidos por un grupo folklórico bereber ambientado con la luz de las antorchas fue algo que difícilmente olvidaremos. Lástima que no pudiéramos disfrutar de las instalaciones de este lujoso hotel por más tiempo ya que había que levantarse nuevamente temprano. Los conductores de los vehículos 4x4 que nos llevarían al desierto nos recogerían a las 6:00 am.
Intenso sexto día de nuestra excursión. En apenas media hora ya estábamos divisando las dunas de Erg Chebbi, el complejo dunar más extenso de Marruecos. Antes de nuestra primera parada en el lago de Merzouga ya habíamos visto los primeros cuervos desertícolas, más alondras ibis y terreras colinegras, además de corredores saharianos. En el lago más de 400 cercetas pardillas, flamencos comunes, chorlitejos patinegros y grandes y un bando de gangas coronadas. Espectacular. Un segundo asomo al lago nos dejó un bando mixto de gangas moteadas y coronadas con algunas gaviotas cabecinegras sobrevolando la vegetación palustre.
Después de un breve paseo por las dunas nos dirigimos a uno de los múltiples cafés de la zona donde había instalada una estación de anillamiento por parte del ICO. Tuvimos la suerte de observar in situ cómo anillaban un precioso macho de gorrión sahariano. Más tarde veríamos otro macho en las cercanías. De nuevo zarcero pálido, mosquitero papialbo y más cuervos desertícolas.
La tarde la protagonizó una de las aves más esquivas del sur de Marruecos. Recibimos el chivatazo de que se había localizado un chotacabras egipcio durmiendo en un wadi no lejos de donde nos encontrábamos, así que decidimos cancelar la intentona de ver hubara y nos dirigimos al encuentro de esta enigmática especie. Pudimos disfrutar con su observación durante cerca de una hora, cuando nos fuimos allí seguía el animal, ajeno al revuelo que se había montado a su alrededor. Antes de comenzar nuestro regreso a Erfoud paramos en una zona propicia para ver curruca sahariana. Pudimos ver al menos tres aves diferentes. Con la satisfacción del deber cumplido regresamos a nuestro hotel que esa noche sería El Ati.
A la mañana siguiente comenzamos nuestro regreso hacia Ouarzazate. La única parada para ver pájaros ese día fue de nuevo en la ruta a Tagdilt. De nuevo más calandrias picordas, esta vez mucho mejor vistas, terreras colinegras, collalbas desérticas y culirrojas y un bando lejano de pteróclidos. Llegamos a Ouarzazate con tiempo para una ducha rápida y una merecida cena.
En nuestro octavo día llegábamos a Oukaimeden. Antes paradas en el Alto Atlas para ver curruca desertícola y nuestros primeros colirrojos diademados de la excursión. Además añadimos a nuestra lista escribano soteño, perdiz moruna, zorzal charlo y picogordo. Nada más llegar a la estación de esquí detectamos nuestros dos primeros objetivos de estas montañas, una preciosa pareja de camachuelo rosado y la subespecie seebohmi de collalba gris. Después de un rocanbolesco incidente con las reservas de nuestro hotel (para evitar sorpresas desagradables sugerimos que no utilicéis jamás el hotel Louka) que acabó con el traslado del grupo al cercano hotel Chez Ju Ju (agradable y buen servicio), afrontábamos nuestro último día completo en Marruecos.
Ese noveno día ameneció despejado, con una temperatura lejos del frío que esperábamos y con un bando de más de 50 camachuelos rosados comiendo en el suelo del segundo parking de la estación. Poco tiempo después detectábamos más especies nuevas para la excursión, las dos chovas, piquirroja y piquigualda, y no pocas alondras cornudas del Atlas. También vimos un par de machos de colirrojo diademado a escasos metros. Después del correspondiente desayuno y un par de paradas a lo largo del valle de L'Ourika donde vimos de nuevo Pito de Levaillant, llegamos a primera hora de la tarde a Marrakech, donde tendríamos toda la tarde libre para visitar a nuestro aire esta impresionante ciudad.
Por la mañana, después del desayuno más relajado del viaje, traslado a Casablanca, donde llegamos al mediodía con tiempo suficiente para tomar nuestro vuelo de vuelta a Madrid. Allí nos despedimos de la sección catalana de la expedición y dijimos hasta pronto a este fantástico país.
Ouarzazate - Atlas mountains: Fulvous Babbler, Osprey, Gull-billed Tern, Ruddy Shelduck, White-crowned Black Wheatear, Blue-cheeked Bee-eater, Western Olivaceous Warbler, Levaillant's Woodpecker, House Bunting, Little Swift
Boumalne Dades: Thick-billed Lark, Hoopoe Lark, Temminck's Lark, Bar-tailed Desert Lark, Red-rumped Wheatear, Desert Wheatear, Black Wheatear, Mourning Wheatear, Lanner, Cream-coloured Curser, Trumpeter Finch, Crowned Sandgrouse, Bonelli's Eagle
Er Rachidia - Erfoud: Rufous Bush Robin, Scrub Warbler, Desert Lark, Blue-cheecked Bee-eater, Pharaoh Eagle Owl, Mourning Dove
Erg Chebbi - Merzouga: Spotted Sandgrouse, Crowned Sandgrouse, Marbled Teal, Greater Flamingo, Desert Sparrow, Desert Warbler, Rufous-necked Raven, Hoopoe Lark, Cream-coloured Courser, Egyptian Nightjar
Atlas mountains: Crimson-winged Finch, Horned Lark, Seebohm's Wheatear, Rock Sparrow, Tristram's Warbler, Moussier's Redstart, Levaillant's Woodpecker, Mourning Dove