Un
fin de semana intenso y muy bien
aprovechado. Pese a ser junio, hizo bastante frío pero sin viento, así que aún
con todo experimentamos muy buenas temperaturas para andar los dos días.
Ya
en el trayecto, los más espabilados avistaron desde el autobús un buitre negro,
águilas calzadas y rabilargos. Este
entretenimiento y la parada en Tudanca aligeraron el viaje.
A
eso de las 12h llegamos primero a Covanera, cuyo nombre deriva de los múltiples
abrigos y cuevas en los cañones, aguas abajo en el curso del río Rudrón. Este
paraje era solo el comienzo de una magnífica serie de cortados, cañones y hoces
kársticas de las que disfrutamos los dos días.
Aparte
de los buitres leonados, con algunos pollos, de los roquedos, y de varias
águilas calzadas, en el puente sobre el río inmediatamente empezamos a avistar
aves típicas de los cursos fluviales, incluyendo una familia de mirlos acuáticos,
lavanderas cascadeñas y blancas, chochín, papamoscas gris, colirrojos tizones y
los primeros petirrojos (de los muchísimos vistos los dos días). Aquí también escuchamos
muchas aves cantando en esta primavera retrasada, incluyendo curruca capirotada
y cetia ruiseñor. Por fin emprendemos una ruta corta hacía el Pozo Azul, con
varias aves oídas en la espesa vegetación, siendo de interés la curruca
mosquitera, reyezuelo listado y varios mosquiteros ibéricos. Una pareja de
estos últimos tenía claramente un nido con pollos cerca del sendero y paramos para
verlos el mínimo tiempo tanto de ida como a la vuelta para no molestarles. Encontramos
además varias especies de flores al lado del camino, incluyendo dos grupos de
la extraña y morada Lathraea clandestina
– una planta parásita que crecía sobre las raíces de los chopos–, y dos
orquídeas notables: la flor de araña y flor del hombre ahorcado. También
disfrutamos de la repentina aparición de una pareja de águilas reales durante
la vuelta – primero en vuelo y después, para nuestra deleite, posadas – así que
pasamos más tiempo de lo esperado. Y no debemos olvidarnos del mismo Pozo Azul
(tal como su nombre indica) al cual llegamos para ver la salida –francamente
sorprendente– de varios buceadores. Incluso desde uno de los arbustos que
salpicaba la fuerte pendiente en el lado opuesto salía el canto de un bisbita
arbóreo que finalmente localizamos para disfrutar además de sus característicos
vuelos.
Después
de comer al lado del río y aprovechar el bar del pueblo, seguimos hacia el
norte hasta Herbosa. Con el cielo encapotado y amenazando lluvia, salimos bien
abrigados para disfrutar de un cómodo paseo en ésta zona más alta,
principalmente de prados y setos, y seguimos hacía una turbera / zona de
extracción de áridos y una laguna. Naturalmente, con algo de viento y frío, las
aves no se mostraron como antes, pero pronto un macho de alcaudón dorsirrojo
captó nuestra atención y seguimos con una serie de observaciones de otras
especies nuevas , incluyendo escribano triguero, una pareja de tarabilla norteña,
tarabillas comunes y un macho de curruca zarcera a lo largo de varios prados.
También dedicamos tiempo mirando un nueva serie de flores, con abundantes
orquídeas, sobre todo "cojones de perro" (¡u Orchis
morio!) y dos especies del género Dactylorhiza: D. maculata y unos pocos
ejemplares de D. insularis, aunque la
reciente ola de frío había dejado un poco ‘tocadas’ a las flores de la última.
Un
par de camachuelos comunes medio escondidos entre los sauces nos alegraron la
ruta, que nos llevó a la turbera mencionada, parcialmente destruida por la
extracción de áridos. Algunos avistamos de un chorlitejo chico, y, la gran
mayoría, machos de escribano cerrillo y de pardillo común.
Tras
la turbera, llegamos a la laguna, aunque el tiempo empeoró y tuvimos que
regresar al autobús con lluvia y nubes bajas, y desde allí fuimos a disfrutar
del Balneario de Corconte. ¡Perfecto! Dicen que hay fotos y hasta algún video…
El
domingo nos levantamos con viento y lluvia, pero al parecer es algo habitual en
la zona del Embalse de Ebro a primera hora, el cual parecía un mar dado sus
altísimo nivel de agua. Algunas gaviotas aprovechan la masa de agua y mientras
desayunábamos o esperábamos fuera hasta la hora de salida, pudimos ver algunas
patiamarillas y una sombría mientras las nubes se levantaban y las condiciones
mejoraban por momentos. Un adulto de alimoche merodeaba por una granja cerca
del hotel, y no fue el único porque fue una especia muy presente en diferentes
sitios durante los dos días.
Desde
el autobús, al iniciar el trayecto vimos bastantes machos de alcaudón
dorsirrojo. En primer lugar nos dirigimos a Tubilleja, atravesando el
espectacular Valle de Zamanzas. Un macho de colirrojo real buscando comida en
un huerto al lado del autocar nos entretuvo a la salida del paseo. Y la vuelta
disfrutamos de varios más. Con nada de viento y nubes grises pero altas, realizamos
una caminata muy agradable, disfrutando tanto de la flora como de las aves, y
paseamos a lo largo de la carretera hasta Tudanca de Ebro, donde cruzamos el
río y seguimos un poco más por un sendero que se adentraba en el Desfiladero de
los Tornos.
La
zona parecía un poco ‘apagada’ en términos de aves, probablemente en parte por
el mal tiempo de casi toda la primavera, pero nos permitió disfrutar aún más del
variado paisaje y de la vegetación, como por ejemplo las llamativas orquídeas Abejeras
amarillas y varias espigas (aún sin flores) del limodoro violeta. También en la ida disfrutamos de dos mariposas
inmóviles: la manchas verdes y el sertorio. Las aves que observamos incluían las
currucas capirotada y mosquitera, petirrojo y papamoscas gris, mientras que
dedicamos un poco más tiempo para observar un esquivo mosquitero papialbo, un
macho de escribano soteño cantando y unas ruidosas familias de agateador
europeo y trepador azul.
Regresamos
andando a Tubilleja por la misma ruta, aunque mucho más rápido, y, una vez en
el autobús decidimos ir a comer al lado del río en Escalada. La esperanza de encontrar alguno de los bares abiertos fue en
vano, pero lo pasamos muy bien y hasta algunos sacaron provecho para encontrar
pico picapinos, algunas aves de ribera y, para dos o tres, una chova piquirroja
brevemente en vuelo.
Aprovechamos
el último rato disponible del día con una breve ruta caminando por Quintanilla
de Escalada. Varias orquídeas y otras flores, un pequeño cortado con una
separación abrupta entre distintos sedimentos, y un avistamiento, aunque breve,
de unos camachuelos comunes terminaron una excelente y fascinante visita a esta
zona casi desconocida para los participantes. Esta excursión fue organizada y
dirigida magníficamente por Aznar, quien disfrutó también de la salida, y a
quien queremos dar las gracias de nuevo, no sólo por la gran preparación, sino
también por su flexibilidad sobre la marcha viendo la dinámica del grupo y sus
sugerencias a los participantes, quienes casi unánimemente mostraron interés en
volver. Y vista la enorme diversidad de hábitats, desde los cañones y cortados
abajo hasta páramos arriba y prados hasta tupidos bosques variando desde
encinares hasta hayedos, está claro que hay mucho por descubrir en esta zona de
Burgos.
Texto: John Muddeman
Orchis anthropophora / Man Orchid
Dactylorhiza maculata / Moorland Spotted Orchid
Orchis anthropophora / Man Orchid
Ophrys apifera / Bee Orchid
Mirlo acuático juvenil / Juvenile Black-bellied Dipper
Ophrys lutea / Yellow Bee Orchid
Orchis morio / Green-winged Orchid
Ophrys sphegodes / Early Spider Orchid
A 2-day trip in the fairly unknown region of Las Merindades (Burgos), however one of the most beautiful corners in Northern Castilla. The tour was led by John Muddeman and the local knowdege of Aznar Alvarez was of a incalculable value for running the trip smoothly. Black Vulture, Booted Eagle, Azure-winged Magpie, Garden Warbler, Iberian Chiffchaff, Dipper, Bullfinch, Yellowhammer, Red-backed Shrike, Common Redstart, Bonelli's Warbler, Egyptian Vulture, Red-billed Chough... were the most attractive species seen during the weekend. Weather quite cold and mostly dry with some showers on Saturday evening! According to guests comments the hotel was one of the top used on our tours in the last times.
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