Para nuestro último día en Doñana y antes de salir hacia tierras gaditanas teníamos preparado un corto pero intenso itinerario para registrar algunas de las especies que nos habían faltado. En primero lugar curruca rabilarga, sorprendentemente se nos pasó por alto en Extremadura y tuvimos que dedicar unos minutos a encontrarlas en las cercanías de El Rocío... la verdad es que no tardamos mucho en encontrarla. La casualidad hizo que un macho de Oropéndola, otra especie que no había sido observada, se cruzara delante de nosotros en su migración haciendo parada y fonda por varios minutos en un pequeño pino dejando al descubierto su llamativo plumaje amarillo. Después tocaba el mosquitero ibérico... lo llegamos a oir pero no conseguimos observarlo. Por último, y después de recoger nuestras maletas en el hotel, partimos hacia el lugar para los alzacolas. Nada más llegar había uno cantando por lo que no resultó complicado observarlo, además posando durante bastante tiempo en un olivo.
Rumbo de nuevo a la carretera hacia el sur. Antes de llegar a Zahara de los Atunes dos nuevas paradas, una para ver vencejo moro, cada vez crían mejor en la conocida colonia cerca de la ciudad de Cádiz y hasta 8 indivíduos fueron observados juntos lo que hace pensar que haya alguno más. No quisimos acercarnos a los nidos para no molestarles. Antes de esta parada habíamos visitado la zona de San Lúcar de Barrameda para registrar malvasía cabeciblanca, hasta 5 machos y varias hembras en una pequeña laguna donde también vimos avetorillo.Con el tiempo justo viajamos hacia el hotel donde nos alojaríamos las dos siguientes noches, y mientras cenábamos vimos como desaparecía el sol por el horizonte.
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