Hoy tocaba regreso a Madrid después de una intensa semana explorando los mejores rincones naturales de la provincia de Cáceres, ya que en esta ocasión apenas hemos tocado Badajoz. La mañana amaneció muy ventosa y fría, bastante desagradable aunque con una luz muy buena. Sobre las 8:30 ya nos encontrábamos en las estepas de Belén. La verdad es que hemos tardado poco en ver las primeras avutardas, un macho con un grupo de cinco hembras. Entre las hembras hemos detectado a un alcaraván que se movía furtivamente en las sombras de las afiladas pizarras. Poco después hemos divisado un grupo de 32 avutardas con al menos siete machos en cortejo. Realmente ha sido un gozada disfrutar con la "rueda de algunos de ellos, dando vueltas sin parar sobre las acosadas hembras. Calandrias, aguiluchos cenizo y pálido, sisón y buitres negros posados en el suelo han apañado la visita en medio de un viento muy desgradable. También aparecieron cuatro críalos, algunas collalbas grises en paso y los primeros abejarucos posados de la semana. A las 12:00 hemos hecho una breve parada en Trujillo para ver los vencejos pálidos de la plaza y algún que otro primilla intentando no perder el control del vuelo ante la fuerza de Eolo.
En ruta hacia Madrid tres paradas, una en Serrejón donde nos hemos encontrado con Emilio del Hotel Rural El Alcaudón... ni rastro de tritones ni gallipatos en el pilón cercano pero sí hemos encontrado un ejemplar enorme de pavón nocturno, otra en la carretera a Ventas de San Julián para ver una de las parejas de elanio que tenemos controlada este año, y la última en Oropesa para ver los primillas del Parador. Finalmente hemos llegado a Madrid con tráfico fluido y a las 17:45 estábamos en el aeropuerto donde me he despedido de Alfred y Dorothy. En breve contínuo ruta, en esta ocasión regreso a Doñana, esperemos que la migración esté más avanzada que la última vez que estuve.
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