El día de las gaviotas

El míercoles 22 de abril quedará bautizado como el día de las gaviotas. Ese día nos dirigimos hacia la Reserva Natural de Las Marismas del Odiel haciendo varias paradas en algunos humedales de la costa atlántica. En la primera parada observamos calamones, garcilla cangrejera, varios fumarales cariblancos y oímos pájaro moscón aunque no pudimos detectarlo. En la segunda laguna, ya en el interior del paraje, observamos el primer objetivo del día, focha moruna. Antes habíamos disfrutado con una gaviota enana entre un grupo de gaviotas reidoras y una pagaza piquirroja. Cuando nos íbamos de repente llegaron dos gaviotas picofinas que hicieron las delicias de la gente. Una de las gaviotas más bellas de nuestro país... Tras una breve parada para tomar café seguimos dirección hacia el espigón Juan Carlos I, dejando atrás el nido de águila perdicera que parece alberga un huevo... ojalá tengan suerte y consigan finalizar la cría con éxito. En los alrededores del espigón observamos diferentes especies de limícolas, agujas colipintas, chorlitos grises, zarapitos trinadores, correlimos gordo y común, archibebes común y claro, chorlitejos patinegros, vuelvepiedras... tenemos que conducir bastante hasta que vemos las primeras gaviotas de Audouin, el segundo objetivo del día. Se trataba de un grupo de unos 20 individúos acompañados de más de un centenar de gaviotas cabecinegras, charranas patinegros, charrancitos y alguna que otra patiamarilla y sombría jóvenes. Después de comer iniciamos el regreso parando en la laguna de El Portil, donde lo más destacado son varios chorlitejos chicos. Tras un café y unos helados regresamos hacia el Rocío, parando primero en una pequeña laguna junto a la carretera donde detectamos pájaro moscón, en concreto vemos los dos miembros de la pareja. En el Centro de Visitantes de El Acebuche vemos golondrina dáurica, criando en el patio exterior del edificio, varios rabilargos a corta distancia y herrerillo capuchino, también se escucha mosquitero papialbo pero ni rastro de oropéndolas. Regreso al Hotel El Toruño.

Esta noche toca salir por la noche a ver chotacabras... hemos registrado uno en vuelo seguido por el haz de luz de nuestras linternas, aunque la observación ha sido fugaz... apenas 10 segundos, se ha visto bastante bien. Acto seguido nos trasladamos a otro punto donde intentamos verlos de nuevo pero sin éxito, sin embargo hemos podido observar un cárabo común con la melodía de fondo de los ruiseñores comunes cantando en la oscuridad.